CIRUGÍA DE MANO Y MUÑECA

CASO REAL 1

Este es el caso de un trabajador de 45 años, cristalero de profesión, que sufrió una herida incisa por la rotura de un cristal, seccionando varios músculos, tendones y el nervio cubital de la mano derecha. Este nervio es el encargado de la coordinación de los músculos finos de la mano, de la fuerza de agarre y de la sensibilidad del 4º y 5º dedo. Es uno de los nervios más importantes de la mano. Se pudieron reparar todas las estructuras de manera directa y el nervio cubital mediante la sutura guiada por microscopio. Tras 8 meses de rehabilitación usando una ortesis especial se produjo la regeneración del nervio y el regreso de la función motora y sensitiva.

CASO REAL 2

Si el traumatismo produce un defecto nervioso que impide la sutura directa se puede reparar de diferentes maneras. Una de ellas es realizar un injerto nervioso multifascicular puenteando el defecto y permitiendo la regeneración directa del nervio afectado. Aunque la regeneración nerviosa en estos casos no es completa suele ser suficiente para recuperar un nivel de fuerza y sensibilidad adecuados para recuperar la función.

Este es el caso de un trabajador que sufrió un corte con un disco de una sierra radial en la cara interna del brazo derecho seccionando el nervio mediano y provocando un defecto nervioso de 5 cm. El paciente fue tratado inicialmente en otro centro y fue posteriormente remitido a nuestro centro para su tratamiento final que consistió en la reparación del defecto nervioso con un injerto de nervio sural. 9 meses más tarde recuperó la función de oposición del pulgar y la sensibilidad de protección para realizar correctamente la pinza digital.

CASO REAL 3

Otro modo de reparar defecto nervioso es realizar la trasposición de una porción de un nervio donante, sin causar un gran daño añadido, y transferirlo al nervio dañado para que recupere su función.

Este es el caso de un varón de 24 años, policía nacional de profesión, que sufrió una luxación de hombro derecho mientras realizaba una detención provocando además una lesión del nervio axilar que controla la movilidad del hombro. Al haber pasado varios meses desde la lesión inicial, y por las características anatómicas del propio nervio, se decidió realizar la trasposición de una de las ramas motoras del nervio radial. El resultado 6 meses después es la recuperación motora del deltoides y a la reincorporación a su mismo puesto de trabajo.

Los nervios son los encargados de controlar los movimientos de la extremidad superior y proporcionan la sensibilidad de la mano. Las lesiones de estas estructuras son muy incapacitantes ya que se produce una parálisis de los grupos musculares de los que dependen y un déficit sensitivo que puede ser permanente si no se tratan de manera precoz y con una técnica quirúrgica meticulosa. De ahí la importancia del conocimiento del diagnóstico y tratamiento adecuados de las lesiones nerviosas de mano y miembro superior por parte del cirujano de la mano