Ley Sara: La propuesta del congreso para acabar con el intrusismo en la profesión médica.
El intrusismo profesional consiste en el ejercicio de una profesión sin títulos o credenciales académicos que reconoce la legislación vigente de un país, sea esto a razón de mala fe o de cualquier otra razón de la persona que realiza las acciones. En el sector médico, el intrusismo se ha visto capitalizado, sobre todo, en el mundo de la cirugía y aplicación de tratamientos estéticos, donde se presume que entre ocho de cada 10 tratamientos son realizados por personas no cualificadas o reconocidas para hacerlo.
Tras la muerte de Sara Gómez, una joven que luchó durante nueve meses por su vida después de una lipoescultura realizada por un cirujano cardiovascular que no contaba con especialidad en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, el Congreso de los Diputados ha aprobado la Proposición de Ley sobre cirugía estética y lucha contra el intrusismo y las pseudociencias. (162/001065) que pretende luchar contra la práctica del intrusismo y facilitar a los pacientes información relevante sobre las competencias de los especialistas de cirugía estética.
La lucha contra el intrusismo profesional no es nueva en el sector médico. Desde hace años, con el auge de las cirugías y tratamientos estéticos, las asociaciones y profesionales han advertido la existencia de clínicas y personal que, a través de tratamientos anunciados a muy bajo costo o el uso de campañas de descuento, aplican metodologías que, aunque son sencillas cuando son trabajadas por un profesional, si no son realizados de forma correcta pueden aumentar en gran medida el riesgo de efectos secundarios y complicaciones postoperatorios. Además, recalcan la importancia de ser transparentes y éticos con los pacientes, brindándoles de manera sencilla la información sobre la experiencia médica de cada doctor, con la finalidad de que cada paciente pueda tomar una elección racional y responsable sobre su cuerpo, su autoestima y su salud.
Los Doctores José Ramón Sanz e Higinio Ayala trabajan la ética, la trasparencia, veracidad y responsabilidad con sus pacientes en cada consulta, desde el primer contacto hasta el último. “En la primera consulta hablamos con los pacientes de todos los pros y los contras de la operación, del previo y del postoperatorio. Tras la primera consulta el paciente tiene toda la información relacionada con el tratamiento al que quiere someterse” añaden desde la Clínica. Los doctores, además de su experiencia y formación constante para mantenerse a la vanguardia con las últimas novedades en Cirugía Plástica, Reparadora y Estética, enseñan como profesores asociados en Cirugía Plástica en la Universidad de Medicina de Cantabria, fomentando estos valores en las nuevas generaciones de especialistas.
Entender que los tratamientos y la cirugía estética son mucho más que retoques físicos y que, en su mayoría, son la solución para atacar problemas mucho más profundos que afectan la salud no solo física sino mental de muchas personas, es lo que diferencia a nuestro equipo de profesionales del resto. Por todo esto, desde la Clínica Sanz y Ayala, no solo mostramos nuestro apoyo a la propuesta del Congreso de los Diputados, sino que reafirmamos nuestro compromiso: brindar a cada paciente la ayuda y orientación que demanda con una notable excelencia en las vertientes científicas y humanas.