Rinomodelación: ¿en qué consiste esta corrección?
Para muchas personas, la rinoplastia, o la reparación de la nariz, se asocia habitualmente con la cirugía. Sin embargo, pueden realizarse modificaciones sin pasar por el quirófano. La rinoplastia tradicional implica la modificación quirúrgica de la forma de la nariz. Sin embargo, ahora existen opciones no quirúrgicas para quienes desean cambiar la forma de la nariz sin pasar por el quirófano.
Estas opciones incluyen el uso de rellenos o inyecciones, como el ácido hialurónico, para alterar la apariencia de la nariz. Otra opción de rinomodelación, de la mano del uso de la tecnología de radiofrecuencia, utiliza energía térmica para estimular la producción de colágeno en los tejidos nasales.
Estas opciones de rinomodelación no proporcionan resultados permanentes como la cirugía de rinoplastia tradicional, pero pueden ofrecer un cambio sutil con poco tiempo de inactividad y riesgos mínimos. Los resultados suelen durar alrededor de 12 meses antes de que sean necesarios los retoques.
Además, la rinomodelación puede proporcionar resultados más rápidos y un periodo de recuperación más corto, pero es posible que no consiga cambios tan significativos o duraderos como la rinoplastia quirúrgica. Como no se realizan incisiones durante la rinoplastia sin cirugía, el tiempo de inactividad y la recuperación son mínimos. Además, los efectos de este procedimiento no son permanentes y pueden revertirse o ajustarse fácilmente en el futuro.
¿Cuándo practicar una rinomodelación?
Este tipo de procedimiento es el más adecuado para las personas que tienen pequeñas imperfecciones o asimetrías en la nariz y desean obtener resultados sutiles y de aspecto natural. En general, la rinomodelación ofrece una forma cómoda y de bajo riesgo de mejorar la apariencia sin someterse a una intervención quirúrgica.
Y es que, aunque puede ser una buena opción para pequeños ajustes y retoques, hay que tener en cuenta algunos aspectos importantes antes de someterse a este procedimiento.
No obstante, la rinomodelación no proporciona el mismo nivel de precisión o control que la rinoplastia quirúrgica tradicional; además, los resultados son temporales y puede ser necesario repetirlos periódicamente. Además, las inyecciones de relleno conllevan sus propios riesgos, como las complicaciones derivadas de la propia inyección o incluso la posibilidad de obtener resultados asimétricos.
Es importante que las personas que se planteen una rinomodelación sopesen los pros y los contras y consulten con un profesional cualificado antes de tomar una decisión. En general, la rinomodelación puede ser una buena opción para quienes buscan pequeñas alteraciones o no están preparados para la cirugía, pero no debe considerarse un sustituto de la rinoplastia tradicional en los casos en que se deseen cambios significativos.
Es importante consultar a un profesional cualificado antes de decidirse por un tratamiento. Independientemente de si es quirúrgica o no, la rinoplastia debe abordarse siempre con precaución y con un conocimiento exhaustivo de los posibles riesgos y beneficios. En general, las opciones de rinomodelación ofrecen una alternativa a las personas que buscan una remodelación de la nariz sin cirugía invasiva, pero nunca supondrá el cambio significativo en el aspecto de la nariz que proporciona una rinoplastia en el quirófano.