¿Cómo detectar un melanoma?
Aunque el sol puede dañar nuestra piel en cualquier época del año, es cierto que el verano es la estación en la que nuestra piel se ve más afectada. Por ello, es importante que revisemos periódicamente nuestro cuerpo en busca de posibles lunares malignos que puedan convertirse en melanoma. En nuestra clínica, conocemos la importancia de este hecho, por eso explicaremos en qué consiste este tipo de cáncer y cómo se puede detectar de manera precoz.
El melanoma es un cáncer maligno de piel que, aunque representa solo el 3% de todos los cánceres de piel, es el que conlleva mayor riesgo de muerte. En España se detectan aproximadamente 5,000 casos al año, una cifra que va en aumento con el tiempo. Existen cinco tipos de melanomas cutáneos:
- Melanoma lentigo maligno: es más común en el rostro de mujeres de piel clara con más de 50 años. Representa el 10% de los casos y es causado por largas exposiciones al sol, afectando principalmente la cara, orejas, brazos y parte superior del tronco.
- Melanoma de extensión superficial: suele aparecer en un lunar existente y es el tipo más frecuente, representando aproximadamente el 70% de los casos.
- Melanoma nodular: tiende a desarrollarse rápidamente y es el más agresivo, causante del 10% al 15% de los casos.
- Melanoma lentiginoso acral: suele aparecer como una decoloración negra o marrón debajo de las uñas, en las plantas de los pies o en las palmas de las manos, y a veces se presenta en personas de piel oscura.
- Melanoma amelanótico: a diferencia de los otros tipos, estos melanomas tienen un tono muy claro o directamente no tienen color, lo que dificulta su detección.
¿Cuáles son los principales síntomas que pueden ayudarte a detectar un melanoma?
La detección de un melanoma puede variar de una persona a otra. Generalmente, los síntomas incluyen:
- Un bulto rojo que puede sangrar o formar costra.
- Una herida en la piel que no cicatriza.
- Cambios en un lunar existente, como sangrado, descamación o exudación.
- Sensación de comezón, sensibilidad o dolor.
- Propagación del pigmento desde el borde de una mancha hacia la piel circundante.
Además, la aparición de un nuevo lunar en la piel o cambios en uno existente, como cambios en forma, tamaño o color, también pueden ser signos de alarma de un posible melanoma. Es importante prestar atención a las siguientes características:
- Asimetría: una mitad del lunar no coincide con la otra.
- Bordes irregulares o dentados.
- Color no uniforme que a veces presenta manchas rosadas, azules o blancas.
- Diámetro superior a 6 milímetros.
Por tanto, es fundamental revisar nuestro cuerpo después de haber estado expuestos al sol y usar protección solar para reducir el riesgo de cáncer de piel tipo melanoma. Si observas algo inusual o experimentas alguno de los síntomas mencionados, es recomendable que consultes a tu médico para que realice una revisión de la zona o zonas difíciles de ver del cuerpo.
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